M. Jackson evolución |
La dismorfobia, más recientemente conocida como Trastorno Dismórfico Corporal (TDC), consiste en una preocupación importante y fuera de lo normal por algún "defecto" que percibimos en nuestra imagen corporal, ya sea real o imaginado. Aquella persona que la padece experimenta un malestar psicológico importante que afecta a sus relaciones sociales y laborales, hasta el extremo de poder padecer síntomas ansioso-depresivos severos que le llevan al aislamiento y autoexclusión social. Se calcula que hoy en día entre un 1-2% de la población mundial reúne los criterios de diagnóstico típico del TDC, si bien el porcentaje aumenta si hablamos de síntomas leves. Se diagnostica por igual a hombres y mujeres y la baja autoestima, con carácter crónico, es uno de los síntomas principales de este tipo de personas. Curiosamente la mayoría suelen ser solteros o divorciados, y en ocasiones extremas su obsesión llega a tener tendencias suicidas. Empieza a desarrollarse, por lo general, durante la adolescencia y tiende a ir disminuyendo con la edad, aunque en ocasiones puede mantenerse durante edades adultas. Es mucho más común en jóvenes de clase alta con pocos o ningún defecto físico pero influenciables por los medios de comunicación y los altos estándares actuales de belleza que les llevan a tener una falsa percepción de defectos físicos mínimos o que incluso son inexistentes.
Fue descrita por primera vez en el año 1891 por el italiano Enrico Morselli y en 1987 fue reconocida por la Asociación Psiquiátrica Americana, momento en el cual pasa a definirse como Trastorno Dismórfico Corporal.
Enrico Morselli |
En la actualidad vivimos en una sociedad donde el acceso a la cirugía plástica está cada vez más al alcance de las personas, y esta obsesión por nuestra imagen hace que algunas de ellas incluso lleguen a deteriorar su cuerpo sin importarles incluso las consecuencias que ello puede acarrear para su salud. Pero, ¿por qué somos capaces de llegar a estos extremos?, ¿cuáles son los factores desencadenantes de esta búsqueda de la extrema perfección?. Según los distintos estudios psiquiátricos realizados, se reconocen como tales los siguientes:
-los cánones de belleza actuales: la delgadez, la altura, una nariz u orejas pequeñas, una cara agradable o en el caso de las mujeres unos pechos grandes son los referentes principales.
-creer que sólo podemos tener éxito si nos movemos dentro de esos cánones, subestimando aspectos tan importantes como la inteligencia, el sentido del humor o tener una buena conversación, etc.
-basamos nuestra confianza y autoestima, y por tanto nuestra felicidad, en el físico, de tal forma que mientras recibimos alabanzas sobre el mismo nos sentimos bien pero si un día alguien nos dice "hoy te veo feo" o "no estás tan bien como de costumbre" empezamos a desconfiar y a deprimirnos.
Uma Thurman y su evolución |
Y ¿cuáles son sus síntomas principales que deberían ponernos en alerta?. Pues de forma resumida te los detallamos a continuación:
-intentamos disimular u ocultar partes de nuestro cuerpo que tengan algún "defecto". Por ejemplo, si tienes las orejas grandes por lo general nunca llevarás el pelo recogido.
-experimentar sensación de vergüenza o complejo por esos "defectos físicos" llegando incluso a preguntar con frecuencia a las personas de nuestro entorno sobre ello. A menudo preguntamos "se nota mucho que......".
-tener una preocupación excesiva por nuestro cuerpo, llegar al extremo de sufrir por ello y pensar que nadie nos va a querer con este cuerpo o esta cara.
-evitar reuniones sociales o algo tan simple como ir a la playa para que las demás personas no puedan percibir tus imperfecciones.
Retoques de Uma Thurman |
Se ha llegado a establecer una relación directa entre el TDC y enfermedades psiquiátricas tales como la anorexia (alteración de la conducta alimentaria para verse delgad@), la bulimia (ingesta compulsiva de alimentos acompañada de vómitos provocados), la vigorexia (obsesión por aumentar la masa muscular) y la ortorexia (obsesión por comer sano e ingerir sólo alimentos ecológicos y libres de trasgénicos).
A nivel terapéutico, tratamientos psicológicos adecuados, unidos en ocasiones a medicación, pueden ayudar a superar este problema, si bien hay un factor muy importante y no es otro que aceptar que el problema no está en nuestro cuerpo sino en nuestra mente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nos encantaría que dejases tu comentario..muchísimas gracias por visitarnos..