Las albóndigas son una receta fácil que os servirá para planificar vuestros menús, haciéndolos mas amenos. Si cocináis una buena cantidad de albóndigas, podéis congelarlas por raciones, teniéndolas así disponibles para un menú mensual o cuando surja un imprevisto.
La condimentación de la carne va en función de lo que os guste en casa, en nuestro caso lleva alguna especie a la que ya están acostumbrados los peques de la casa como las distintas pimientas, pero debéis hacerlo con lo que soláis adobar la carne o probar nuevos sabores.
Necesitamos:
400 grs carne de ternera
200 grs carne de cerdo (yo compro jamón limpio)
1 huevo
sal, pimientas variadas, perejil (las especias siempre envasadas y revisando etiquetas si sois celiacos)
2 cucharadas de pan rallado (sin gluten para celiacos)
2 cucharadas de pan rallado (sin gluten para celiacos)
La salsa la haremos con:
Harina de trigo (harina de arroz para los celiacos)
Media cebolla
1 diente de ajo picado
1 cucharada de postre de pimentón dulce
Caldo de pollo casero o 1 pastilla de avecrem (no apto para celiacos)
perejil picado
1/4 vaso de vino blanco (opcional)
Caldo de pollo casero o 1 pastilla de avecrem (no apto para celiacos)
perejil picado
1/4 vaso de vino blanco (opcional)
En la carnicería pediremos que nos piquen las dos carnes juntas y que las pasen una sola vez. Ponemos sal y las distintas pimientas a la carne, podéis utilizar también ajo en polvo y perejil picado o lo que mas os guste, removemos bien. Batimos el huevo y se lo incorporamos a la carne, añadimos un par de cucharadas soperas de pan rallado, para darle consistencia..
Cogemos un cuenco con harina para ir formando las albóndigas. Las que yo hago son de un tamaño mediano, con una cuchara sopera se va cogiendo carne (no muy colmada) la metéis en el cuenco de la harina dándole golpecitos para que dé vueltas en el cuenco y se impregne de harina, luego ya con la manos le dáis forma redondeada, no se tarda nada..
Una vez listas, prepararemos la salsa en una cacerola. Ponemos aceite de oliva a calentar, que cubra la base, echamos la cebolla cortada fina y la dejamos pochar. Una vez pochada (cuando se ponga transparente sin que se dore mucho) la quitamos del fuego, le añadimos el pimentón dulce y removemos. Añadimos una cucharada sopera colmada de harina, removemos bien y añadimos el vino blanco o en mi caso sidra. A continuación completamos con el caldo de pollo y le ponemos un poco de sal y si no tenéis, agua. Dejamos hervir a fuego lento unos cinco minutos. Si no tenéis caldo podéis añadir una pastilla de avecrem. Podéis pasar la salsa con la batidora o dejarla tal cual.
En una sartén con aceite de oliva doramos las albóndigas, vuelta y vuelta sin pasarse de tiempo. Las vamos colocando en la cacerola con la salsa y una vez listas todas, dejamos que se terminen de hacer en la salsa, a fuego lento unos diez, quince minutos..
Sólo queda dejarlas reposar. Podéis tomarlas con unas patatas fritas o añadírselas a unos spaghettis con tomate y estarán igualmente riquísimas. Como sale una buena cantidad, podéis congelar raciones y os ayudará un montón a organizar los tan temidos menús semanales, como ya os dijimos al principio..
Esperamos que os haya gustado..
Os sugerimos nuestra carne guisada con cerveza que os va a encantar, tierna, jugosa y con una salsa de pimientos buenísima, la tenéis en este enlace: Carne guisada
Vaya pinta! yo suelo hacerlas con la salsa rubia, o con salsa de tomate. Me apunto la receta para probar y ya os contaré!. Un saludo.
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