Seguramente la noticia te resulte familiar, sobre todo después de que las imágenes difundidas por Greenpeace Africa se hicieran virales hace unos días. En efecto, la existencia de jirafas blancas, avistadas por algunas personas pero con escasos testimonios gráficos, no era una leyenda ni un montaje fotografico, ha quedado oficialmente testificada tras la difusión de las imágenes de dos ejemplares, una madre y su cría.
Las fotos y la grabación fueron tomadas en la reserva natural de Garissa, situada en Kenia, único país junto a Tanzania en el que se han recogido testimonios de la existencia de esta subespecie de jirafas. El contraste con las jirafas "normales" no deja de ser curioso, y por supuesto tiene una explicación que no es el albinismo como en algunos medios se ha reflejado, la causa es una condición genética llamada leucismo que impide que en los tejidos normales de la piel se produzca pigmentación pero sí en los tejidos blandos, como los ojos, de ahí que los tengan de color negro.
Las fotos y la grabación fueron tomadas en la reserva natural de Garissa, situada en Kenia, único país junto a Tanzania en el que se han recogido testimonios de la existencia de esta subespecie de jirafas. El contraste con las jirafas "normales" no deja de ser curioso, y por supuesto tiene una explicación que no es el albinismo como en algunos medios se ha reflejado, la causa es una condición genética llamada leucismo que impide que en los tejidos normales de la piel se produzca pigmentación pero sí en los tejidos blandos, como los ojos, de ahí que los tengan de color negro.
Contraste entre Omo y dos jirafas con pigmentación normal |
Tigres con distintos niveles de leucismo |
Esta falta de pigmentación puede tener consecuencias muy diversas, una de ellas la menor posibilidad de camuflaje de los individuos afectados que en la mayoría de los casos provoca que difícilmente pasan desapercibidos en el entorno o ecosistema en el que habitan. En otras ocasiones sufren un efecto rechazo por parte del resto de miembros de su comunidad, hecho éste que les condena a ser detectados más fácilmente por los depredadores y les lleva sin duda a una muerte segura.
En el año 1993, Charles Foley, de la Wildlife Conservation Society fotografió por primera vez uno de estos ejemplares en el Parque Nacional de Tarangire. En abril de 2015, y también en este mismo parque, Derek E. Lee y Monica L. Bond, pertenecientes al Wild Nature Institute avistaron y fotografiaron una joven hembra a la se le dio inicialmente el nombre de Omo "en honor" a la marca de un detergente
La parte positiva de ambos fenómenos, albinismo y leucismo, es que tienen un carácter hereditario recesivo, es decir, se transmiten de generación en generación pero la probabilidad de que aparezcan es muy baja. De hecho, para trasladarse genéticamente es necesario en muchos casos que ambos progenitores, macho y hembra tengan esta peculiaridad, de ahí que este tipo de individuos son tan poco frecuentes.
Te dejamos con este vídeo de youtube donde puedes contemplar a los dos ejemplares de jirafas recientemente captadas:
Qué curioso! Acabo de volver de un viaje por Kenya y no sabía de la existencia de estas jirafas :) Las jirafas, en cualquiera de sus versiones son preciosas. Por cierto, acabo de publicar un post sobre mi viaje de safari, y te invito a pasarte por mi blog, porque te puede interesar. Besos
ResponderEliminarhttp://www.elarmariodelanena.com/2017/10/safari-photo-diary-part-i.html
Gracias por tu comentario, seguro que el viaje ha merecido la pena!. Cuenta con la visita en breve brevísimo.
EliminarCuando estuvimos allí nos hablaron de ellas, dicen que son muy difíciles de encontrar y no nos coincidió ver ninguna. Al menos vimos jirafas de los 3 tipos.
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