La tribu arapesh empieza a ser conocida cuando en la década de los años 30, en el pasado siglo XX, la antropóloga americana Margaret Mead se desplaza a Nueva Guinea para realizar una serie de estudios sobre sexo y temperamento, estando especialmente interesada en las diferencias entre hombres y mujeres en sociedades que fueran muy distintas culturalmente.
Una de las principales consecuencias a las que llegó Mead es que en esta tribu los roles sociales que desempeñaban tanto hombres como mujeres son totalmente igualitarios. Los individuos son protectores y muy cariñosos con los niños, llegando a subordinar incluso su "yo" a las necesidades de los que son más jóvenes o débiles. Como consecuencia de esta conducta experimentan una gran satisfacción a nivel personal viendo como progresan y avanzan hacia la madurez. De igual modo, son extremadamente pacíficos, hasta tal punto que rechazan cualquier tipo de agresión por pequeña que fuese. Los hombres tienen un concepto del mando o la responsabilidad como algo que desarrollan por obligación y de lo que se desentienden en cuanto pueden "endosándoselo" a sus hijos.Trabajan juntos, todos para todos, centrados en el crecimiento de los niños, cuyo deber es crecer y para ello los miembros de la tribu se centran en ese cometido.Sin embargo, esta educación es de índole totalmente sentimental, no es necesario que el niño aprenda cosas desde el ámbito del conocimiento, lo importante es que desarrolle sentimientos. Se le hace crecer siendo bondadoso y plácido, confiado en todo el mundo, y para ello pasan temporadas en casas de sus familiares para que se acostumbren a pensar que el mundo "está lleno de parientes".
Danza arapesh |
No muestran un interés en que el niño crezca de forma rápida, no se estimula el afán competitivo y una palabra malsonante o una burla son considerados como una expresión clara de hostilidad. Dividen a los seres humanos en dos grupos, los parientes y el resto, que son todos los habitantes de la llanura donde se ubican estas etnias y que son para ellos violentos y perversos. Los niños se prometen a los cinco o seis años y estos hombres-niños trabajan también para hacer que su mujer-niña crezca, del mismo modo que cuando sea adulto hará con sus hijos. Para ellos es una forma de evitar sobresaltos, y obtienen lo que consideran un gran beneficio haciendo que su futuro sea previsible. Una consecuencia directa de toda esta estructuración es que el sexo no tiene un especial valor, es algo totalmente secundario. En su cultura se dan una serie de creencias fundamentadas en el miedo.Así, los brujos de la tribu utilizan su poder sobre los miembros de ésta utilizando la "suciedad" de las personas. Si un/a joven se excita en presencia de un desconocido, piensa que está bajo el encantamiento de un mago que busca obtener sus fluidos corporales. Las mujeres no conocen el orgasmo y las parejas conviven durante años antes de mantener relaciones sexuales. Tienen una curiosa explicación sobre el incesto, al que no consideran como algo repulsivo o desdeñable, sino que es una forma más al margen del matrimonio de aumentar el número de personas a las que se puede amar y en las que se puede confiar.
Arapesh y sus danzas ancestrales |
Te dejamos este vídeo de youtube para que puedas disfrutar del colorido y vistosidad de sus danzas, sin duda tan destacadas como la especial idiosincrasia de esta tribu tan particular en sus costumbres.
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