Son conocidos por este nombre porque habitan en Sentinel del Norte, una pequeña isla de 72 metros cuadrados y unos 8 kilómetros de ancho perteneciente al archipiélago de las Islas Andamán en el Océano Indico y administrativamente dependiente de la India. La isla está cubierta por una densa jungla y la barrera natural de arrecifes de coral que la rodean hace muy difícil la navegación.
Se cree que estos pueblos viajaron desde Africa hace alrededor de 60.000 años y desde entonces han vivido sin apenas contacto alguno con otros de su alrededor, lo que les convierte en probablemente la tribu más aislada del mundo. Se han mantenido como cazadores-recolectores durante miles de años, y básicamente sobreviven en base a la caza, la pesca y la recolección de frutos silvestres. Dentro del escaso contacto que se ha podido mantener con ellos, no existe constancia alguna de que practiquen la agricultura ni tampoco conozcan el fuego. Fabrican herramientas y armas de metal que recuperan de los barcos encallados en los arrecifes de la isla. Por todo ello a menudo se les describe como pertenecientes a la Edad de Piedra. El hecho de que su lengua sea tan distinta a la del resto de isleños de las Andamán, pone de manifiesto que muy probablemente han mantenido escaso o nulo contacto incluso con sus vecinos más cercanos.
La primera referencia histórica que se hace de ellos corresponde al siglo XIII, cuando Marco Polo escribió que "si un extranjero llega a sus tierras lo matan e inmediatamente se lo comen". En 1879 Maurice Vidal Portman, administrador británico, desembarcó en la isla y capturó una pareja de ancianos y 4 niños que fueron conducidos a Port Blair. Al poco tiempo los ancianos fallecieron muy probablemente por ser sacados de su hábitat natural y los niños fueron devueltos a la isla colmados de regalos. En el año 1.967 las autoridades indias de Port Blair iniciaron un contacto con esta tribu con un éxito muy limitado. En 1.974 un equipo que intentaba rodar el documental "Man in Search of Man" se acercó a la isla y fue atacado al intentar entablar relación con los isleños, el director fue herido por una flecha y renunciaron inmediatamente a mantener el contacto. Años después, en 2006, existe constancia de que acabaron con la vida de dos pescadores furtivos que se acercaron a sus playas a pescar cangrejos. Para evitar incidentes, el gobierno indio estableció la prohibición de acercarse a menos de 3 millas de la isla y advirtió seriamente a los pescadores de mantenerse en el margen establecido.
A pesar de ello, el pasado 16 de noviembre de 2018 el estadounidense John Chau, de 27 años de edad, fue transportado hasta unos 500 metros de la isla por unos pescadores. Desde esa distancia trató de acercarse en una piragua, al parecer con la idea de intentar la evangelización de sus pobladores. Antes de tomar tierra, fue atacado con flechas, lo que le causó la muerte, y según los pescadores los indígenas le ataron un cuerda al cuello y lo arrastraron. Las autoridades indias los detuvieron por haberse saltado la prohibición y acercarse a una distancia inferior a la estipulada.
John Chau última "víctima" de los sentineleses |
A pesar de ello, el pasado 16 de noviembre de 2018 el estadounidense John Chau, de 27 años de edad, fue transportado hasta unos 500 metros de la isla por unos pescadores. Desde esa distancia trató de acercarse en una piragua, al parecer con la idea de intentar la evangelización de sus pobladores. Antes de tomar tierra, fue atacado con flechas, lo que le causó la muerte, y según los pescadores los indígenas le ataron un cuerda al cuello y lo arrastraron. Las autoridades indias los detuvieron por haberse saltado la prohibición y acercarse a una distancia inferior a la estipulada.
En el año 2001 en un censo parcial se registraron 39 personas y se calculó por extrapolación que podrían rondar en torno a las 250. Algunos cálculos más optimistas censaban la población sentinelesa en casi el doble, es decir, unas 500 personas.
Como te puedes imaginar por su ubicación, la isla fue afectada de lleno por el tsunami del año 2004 ya que se encontraba directamente en pleno recorrido del mismo. Este hecho, unido a la virulencia del movimiento, parecía presagiar que difícilmente el pueblo sentinelés habría podido sobrevivir. No obstante, el gobierno indio envió un helicóptero a comprobar el alcance de los daños tres días después de la catástrofe. Cuando el aparato sobrevoló a baja altitud la isla, un hombre sentinelés salió corriendo a la playa y apuntó con su flecha en dirección al piloto
seguido de otros que lanzaban piedras, haciendo muestra una vez más de su clara hostilidad, en un gesto de "no os queremos aquí". Tras la debacle del tsunami, no sólo habían sobrevivido ajenos a toda tecnología actual sino que parecían ser los únicos que no necesitaban ayuda. Esta instantánea es la última tomada de la que se tiene constancia a día de hoy.
Os dejamos este breve documental sobre el tema
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nos encantaría que dejases tu comentario..muchísimas gracias por visitarnos..