miércoles, 7 de octubre de 2015

Los drokpa, un pueblo singular a las puertas del Himalaya.

                                                 

Esta peculiar tribu, de la no se tienen excesivas referencias, está compuesta por alrededor de 2.500 personas que  viven en tres pequeñas aldeas situadas en un territorio llamado Dha-Hanu actualmente en disputa entre la India y Pakistán. Es el único valle fértil de Ladakh, región india perteneciente al estado de Jammu y Cachemira, delimitada al norte por las montañas Kunlun y al sur por la cadena de los Himalaya.


Una de sus singularidades es que son completamente diferentes al resto de los habitantes del valle, tanto físicamente como a nivel cultural, social y lingüístico. Son más altos y delgados (tanto hombres como mujeres), con grandes ojos más claros que las etnias colindantes, labios gruesos y nariz y cejas muy características. Debido a esta evidente diferencia física, se consideran superiores al resto de pueblos o etnias vecinas, motivo por el cual nunca se casan con miembros de otras comunidades. El aislamiento geográfico de la zona donde habitan ha contribuido de forma importante a que hayan preservado su etnicidad característica.



Son una tribu nómada (drokpa en tibetano tiene ese significado)  y les gustan especialmente la música y la danza, las flores, las joyas y el vino de cebada. Entre sus tradiciones está la celebración de festivales, el más importante de ellos el de Bonano, a finales de verano, donde lucen sus características y llamativas vestimentas y tanto hombres como mujeres bailan durante tres noches. Los hombres visten pantalones de lana y por encima una túnica, mientras que las mujeres llevan vestidos también de lana y se adornan con conchas, abalorios y algunas joyas de plata. Ambos se cubren con capas de piel de cabra y utilizan sombreros muy sofisticados decorados con flores, conchas y monedas, tal y como puedes ver en las fotos.
Otro rasgo muy diferenciador de esta tribu consistía en que tradicionalmente practicaban el intercambio de esposas con una total y absoluta desinhibición, hasta que las administraciones civil y militar  de la India reprimieron esta costumbre. Del mismo modo, la práctica del beso siempre ha sido considerada como necesaria para la unión de la tribu. Consecuencia de ello, uno de sus peculiares rituales (que actualmente practican en privado por la  citada prohibición), consiste en besarse libremente con otros miembros de la tribu sin ningún tipo de consideración ni problema por parte de la pareja marital.  Su principal fuente de ingresos proviene de sus huertos, en los que producen manzanas, uvas, albaricoques e incluso nueces. Su origen sigue siendo su principal misterio hoy en día. Inicialmente se les consideraba como un grupo de soldados de Alejandro Magno que se extraviaron en su camino de vuelta a Grecia tras derrotar al rey indio Poro en el año 326 antes de Cristo. Sin embargo, ante la falta de indicios contrastables, cada vez adquiere mayor credibilidad la teoría de que son los descendientes de los Dards, una tribu aria que se instaló en la India atravesando las montañas de Hindukush (actual Pakistán).
Os dejamos un breve vídeo donde puedes ver algunas de las peculiaridades explicadas sobre esta tribu.






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