martes, 2 de enero de 2018

Oumuamua: el insólito viajero proveniente de fuera de nuestro sistema solar.




El 19 de octubre pasado se hizo público que el astrónomo Robert Weryk había avistado desde Hawai un objeto proveniente de fuera de nuestro sistema solar al que inicialmente se le puso  el nombre de A/2017 U1. Gracias al telescopio Pan-STARSS1, semanas más tarde  pudieron comprobar que se trataba del primer asteriode interestelar registrado a día de hoy. Fue "bautizado" con el término Oumuamua, una palabra hawaiana que significa "mensajero venido desde lejos que llega el primero".
El equipo de investigadores, liderado por Karen J. Meech, y a través de la publicación científica Nature Astronomy, hizo público que se trataba de un asteroide con una estructura metálica o rocosa, de una longitud aproximada de 180 metros, de hecho se le comparado a título de ejemplo con el rascacielos Gherkin (Londres) obra del conocido arquitecto Norman Foster.


Primer plno del rascacielos Gherkin en Londres

En concreto fue "detectado" en el mes de septiembre, pasó entre Mercurio y el Sol, y posteriormente emprendió ruta al espacio exterior a una velocidad de unos 130.000 kilómetros por hora. Los astrónomos no han podido determinar su procedencia, pero sí es seguro que no pertenece al Sistema Solar, por lo que proviene de otra parte de la Vía Láctea.  Se estimó que lleva "viajando" durante millones de años, con la particularidad de que mientras los objetos que forman parte de nuestro sistema viajan orbitando alrededor del Sol, Oumuamua lo atravesó de arriba a abajo y una sola vez.




Debido a su inusual estructura, el radiotelescopio Green Bank Telescope, perteneciente a  la SETI (Search for ExtraTerrestrial Intelligence), institución dedicada a la búsqueda de inteligencia extraterrestre, fue orientado durante un periodo de varias  horas hacia Oumuamua llegando a activar su detector de ondas de frecuencia. Todo ello se realizó dentro el programa astronómico Breakthrough Listen, impulsado por el multimillonario ruso Yuri Milner y que cuenta con el apoyo,entre otros,  de Stephen Hawking,  El telescopio,situado en Virginia Occidental,  tenía como objetivo realizar un análisis  en busca de  señales   en varias frecuencias,  tratando de encontrar  algún tipo de tecnología extraterreste con la finalidad de  determinar si se trataba de una nave espacial. Inicialmente se había llegado a la conclusión, por su velocidad y trayectoria, de que era un asteroide aunque estos cuerpos normalmente suelen tener una forma más redondeada. Los resultados, al menos hasta el momento, resultaron negativos.


Trayectoria seguida por Oumuamua

Análisis más recientes determinaron que es de color rojo oscuro, bastante denso y con hielo en su interior. Esta densidad se debería a su capa protectora externa,a modo de manto, formada por compuestos orgánicos de medio metro de ancho  que habrían protegido ese interior, compuesto por hielo rico en agua, de una probable evaporación ante la exposición a los rayos cósmicos. Es precisamente la existencia de ese agua la que  finalmente ha llevado a los investigadores a decantarse porque no sería un asteroide sino un exocometa (un cometa procedente del exterior de nuestro sistema solar).
No obstante, expertos  ufólogos mantienen la incógnita sobre si realmente se nos ha llegado a transmitir toda la realidad sobre este infrecuente acontecimiento,en la línea de ocultación informativa de otros fenómenos que se han ido experimentando a lo largo de las últimas décadas.
Terminamos con esta animación extraída de youtube en la que se representa su paso y trayectoria por nuestro sistema solar.





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