El síndrome del “burn out”,
también conocido como “síndrome del trabajador quemado”, ha sido reconocido por
la OMS (Organización Mundial de la Salud) la pasada semana como enfermedad
profesional, aunque su entrada en vigor como tal será efectiva en el año 2022.
Antes de este reconocimiento, ya se habían producido dos sentencias, una del Tribunal
Superior de Justicia de Cataluña que
afectaba a una profesora y otra en Las
Palmas de Gran Canaria relativa a una matrona en las que se reconocía que
podía llegar a producir una incapacidad permanente y absoluta para desarrollar cualquier tipo de trabajo.