martes, 26 de abril de 2016

Luis Alfredo Garavito : el tercer mayor asesino en serie de la Historia.

Foto actual
Una de estas tardes tuve la oportunidad de escuchar en el programa La Ventana de la cadena SER  algunos fragmentos de la reciente  entrevista concedida por este personaje al periodista Jon Sistiaga, me parecieron  impactantes y ahí nació la idea de este post.
A día de hoy, y según datos contrastados, tiene el dudoso honor de ser el tercer mayor asesino en serie de la Historia, tras Harold Shipman, más conocido como el doctor muerte (condenado en el año 2.000 por 15 asesinatos pero que investigaciones posteriores concluyeron que habrían sido 250) y Mariam Soulakiotis, conocida como la mujer Rasputin (líder sectaria acusada de 177 muertes en Keratea). Sin duda alguna, su funesta especialidad, los niños, le convierten en el nº 1 con diferencia entre  aquellos que eligieron a estas criaturas inocentes como centro de sus atrocidades.
Luis Alfredo Garavito Cubillos, más conocido como "la bestia"  nació en Génova, Quindío (Colombia), el 25 de enero de 1.957. Es el mayor de siete hermanos y sufrió durante su infancia la falta de afecto y el maltrato por parte de su padre y según su propio testimonio fue víctima de abusos sexuales por dos vecinos. A medida que fue creciendo, se convirtió en un chico retraído y taciturno que sufría de ataques de ira o explosiones violentas. Estudió hasta quinto de primaria para luego incorporarse al mercado laboral donde tuvo varios trabajos, casi todos ellos de vendedor. Allá por principios de los 90 todavía llevaba una vida más o menos "normal" aunque presidida por el alcoholismo, y su carácter violento le había llevado a enfrentarse y golpear tanto a compañeros como a sus jefes.

Principio años 90 foto laboral
 Cumplidos los 35 años, decidió someterse a tratamiento psiquiátrico a través de  la Seguridad Social, duró 5 años pero no consiguió los objetivos perseguidos ya que a medida que el tiempo pasaba se hacía cada vez más antisocial y las dificultades para conservar un empleo estable eran cada vez mayores. Ya mediada la década de los 90 comenzó a recorrer el país como vendedor ambulante, curiosamente vendía estampas religiosas del Papa Juan Pablo II y del Niño del 20 de julio, uno de los más venerados en Colombia. Convivió con dos mujeres pero sus relaciones fueron altamente complejas, ya que ejercía el estatus de marido e incluso de protector de las mismas pero no el papel de amante. Cuando se hallaba en estado de embriaguez, las maltrataba físicamente, pero sin embargo nunca lo hizo con los dos hijos que tanto una como otra tenían  y que eran fruto de relaciones anteriores. Se calcula que recorrió 5 veces el país, visitando 79 municipios (en 33 de los cuales acabría cometiendo sus crímenes) ya que se "inventó" hasta dos Fundaciones, una para personas mayores y otra para niños, que le permitían poder dar charlas en escuelas y tener un contacto frecuente con niños. Ya por entonces empezaba su afición por los disfraces y usaba sobrenombres como "Alfredo Salazar", "el loco" o "el cura" con una clara tendencia a tener un aspecto cambiante.
En 1.992 comenzó su carrera criminal con un modus operandi bastante definido. Hacía un recorrido por el lugar y escogía su objetivo, por lo general "niños de la calle" sin familia o pertenecientes a familias humildes con edades comprendidas entre los 6 y los 16 años. Le gustaba que tuvieran buena presencia física, y entraba en contacto con ellos en parques,terminales de autobuses  o barrios marginales, entablaba conversación y les invitaba a caminar ofreciéndoles dinero a cambio de que le ayudasen en alguna supuesta tarea. Una vez  estaban cansados, se bebía una botella de alcohol, por lo general brandy, y cuando alcanzaba el estado de embriaguez les agredía en descampados y sitios despoblados. Primero los ataba, luego les daba patadas en el estómago, el pecho, la espalda y la cara, les rompía las manos a pisotones, les golpeaba los riñones y les partía las costillas. Con los pequeños ya reventados a golpes, y mediante el uso de un cuchillo y un destornillador, los mutilaba amputándoles dedos y manos, sacándoles los ojos y cortàndoles las orejas. En algunos  casos además   también los violaba y ponía punto final a su esperpéntico compendio de  violencia extrema  degollándolos. Finalmente, sacaba su libreta de bolsillo y anotaba la fecha y el lugar de´l crimen acompañados por unas rayas, una por cada niño muerto. Incluso en su casa, que sólo utilizaba como guarida, tenía un calendario de pared donde anotaba la fecha de sus crímenes y coleccionaba los recortes de periódicos relativos a desapariciones de niños que no conseguían ser encontrados.

Garavito y las armas que le fueron decomisadas

En 1.997 la policía, fruto de sus pesquisas, encontró 36 cadáveres en avanzado estado de descomposición a las afueras de la ciudad de Pereira y fue en ese momento cuando se abrió una investigación con  la creación de una Comisión Especial de Investigadores de la Fiscalía General de la Nación, aunque siguiendo hipótesis tales como sectas satánicas, tráfico de órganos y prostitución infantil. En julio de 1.999 se celebró una cumbre en Pereira a la que asistieron todos los fiscales, investigadores y equipos científicos que analizaban los distintos casos. En ese mismo año el recién creado Laboratorio de Genética Forense de la Fiscalía General de la Nación conseguía, en base a muestras óseas y de sangre , la identificación de las primeras víctimas de Garavito, para con posterioridad llegar a identificar otras 93 más, aunque por contra 82 cuerpos permanecen como "no identificados". El 22 de abril de 1.999 miembros del Cuerpo Técnico de Investigación de la Fiscalía capturaron "in fraganti" a Garavito en Villavicencio cuando intentaba agredir sexualmente a un menor. Pese a que inicialmente dio un nombre falso, Bonifacio Morera Lizcano, tras ser sometido a 20 horas de interrogatorio acabó derrumbándose, se arrodilló y comenzó a sollozar para luego reconocer sus crímenes.  Sacó su pequeña libreta negra y empezó a detallar todos y cada uno de ellos, llegando a reconocer más  de 200 asesinatos violentos perpetrados por todo el país e incluso 3 de ellos en Ecuador, de los que pudieron serle imputados por la fiscalía un total de  172.



Foto ficha policial
 Garavito declaró ser una persona totalmente normal, si bien cuando estaba en estado de embriaguez "el diablo se apoderaba de él y le ordenaba cometer los crímenes". Una vez juzgado, recibió un total de 138 fallos condenatorios, 32 quedaron pendientes, uno en apelación y otro esperando sentencia. La suma de condenas ascendió a un total de 1.853 años y 9 días, siendo claves los testimonios de John Iván y Brand Fernery, dos de sus víctimas, que tuvieron la suerte de poder escapar en el último momento de su agresor. Sin embargo, en Colombia existe una pena máxima de 40 años que por colaborar en la recuperación de los cuerpos y buen comportamiento podría obtener la libertad condicional  una cumplidos 24 años. Actualmente está recluido en el Penal de Máxima Seguridad de Valledupar, al norte de Colombia, una de las cárceles más seguras del país. Debido a la tipologia de sus delitos está aislado del resto de la población carcelaria y, curiosamente, disfruta  de algunas atenciones especiales consecuencia de sus diversos intentos de suicidio. Según se ha constatado, las únicas visitas que recibe, con carácter esporádico, son las de una creyente evangélica cuyo objetivo sería que Garavito se reencuentre con Dios. Supuestamente la conversión sería un hecho ya que el propio interesado ha manifestado haberse convertido a la Iglesia Pentecostal, algo que para la opinión pública colombiana no es más que una farsa.

Te dejamos un vídeo con la entrevista concedida al canal RCN el 11 de junio de 2.006, en concreto al periodista Guillermo Prieto Larrotta. Te advertimos de que su contenido puede herir tu sensibilidad.



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